CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES
DE COLOMBIA – CUT
Subdirectiva Valle del Cauca
COMITÉ DE
SOLIDARIDAD
Santiago de Cali, Octubre 24 de 2013
CONTRA LAS POLITICAS DE ESTADO
Y POR LA DEFENSA DEL TERRITORIO
Esta acción la impulsamos desde el Valle del Cauca en el marco de las
resistencias de los diferentes sectores de la población colombiana que
protestamos y nos movilizamos contra las políticas de Estado que nos vienen
atropellando, vilipendiando y despojándonos de nuestro territorio,
desconociendo además todos nuestros derechos fundamentales, incluyendo la vida
misma, donde las
organizaciones sindicales y populares estamos iniciando un proceso de
construcción de unidad que lidere la lucha por la reconquista y defensa de la
soberanía, la defensa del territorio, la democracia, la paz, el bienestar, los
derechos fundamentales y el fortalecimiento de todos los sectores que se
piensan un país con justicia social y un mundo mejor.
El Mundo vive un periodo de crisis, creada
por el gran capital en su lógica de lograr cada vez una mayor explotación
global, ya no es simplemente de sometimiento y explotación entre las clases de
un país, son ahora las grandes corporaciones utilizando gobiernos los que explotan
a los pobres del mundo, un periodo que se caracteriza como crisis terminal del
capitalismo, una crisis no coyuntural pero si sistémica que va desde lo
económico, pasando por lo energético, lo ambiental y lo agro-alimentario, ocasionando
un debilitamiento de la ideología liberal en el mundo de los estados nacionales,
también hay una ruptura con el unilateralismos y se viene configurando un mundo
multipolar con economías emergentes como los BRICS
Los grupos financieros globales y sus multinacionales
hacen estragos, los cuales vienen utilizando los gobiernos neoliberales como el
nuestro y los empresarios capitalistas nacionales quienes les otorgan garantías
para que se apoderen de los recursos naturales, minas, yacimientos
petrolíferos, agua y gas natural y controlen el comercio internacional de
nuestros recursos agrícolas, dominando la industria, el comercio local y los
servicios, monopolizando la tecnología que usamos, los cuales incursionan
crecientemente en las finanzas y la banca, imponiendo el intercambio desigual
nos han creado una inmensa deuda interna y externa, que es impagable. Compraron
las empresas del Estado y las creadas en el país, apropiándose del acumulado
económico, precarizando a los trabajadores y agravando la pobreza, la miseria,
el hambre, el desempleo, la violencia y la destrucción del medio ambiente.
Colombia
se ubica como proveedor de materias primas y como sitio estratégico en el tema
de la posesión de tierras a nivel global dentro de la crisis ambiental y
alimentaria. En términos geopolíticos es uno de los países que se alindera con
los intereses capitalistas. Es punta de lanza en la lucha anticomunista en el
continente, e incluso en el mundo. Tiene el segundo ejército más grande del
continente y cuenta con una vasta experiencia, probablemente sea el más
experimentado de América latina. En este contexto incide las locomotoras del
desarrollo de Juan Manuel Santos: educación, infraestructura, tecnología e
innovación, minero-energética y agricultura; solo la industria extractiva, es
decir la minera energética viene andando medianamente y la agricultura viene
intentando despegar bajo el modelo de grandes capitales (la
agroindustria–modelo Carimagua) y extranjerización, es decir, las dos
locomotoras se mueven pero bajo ciertas condiciones internacionales. La
informalidad de la propiedad de la tierra en Colombia viene preocupando ciertos
sectores del capital que están interesados en la titulación de las tierras y así poder acentuar la explotación
agroindustrial y lo minero energético.
Los
tratados de libre comercio y el afianzamiento de la alianza del pacifico,
firmados por algunos gobiernos de América
latina, puede dar sepultura definitiva a la poca productividad de bienes
básicos que aún se puedan desarrollar, lo que generará la profundización sin
precedentes de la dependencia alimentaria y mayor ruina para el campesinado y
otros sectores populares. La
entrada en vigencia de los (10) diez TLC´s con Colombia, junto a las recientes
reformas legislativas promovidas por el gobierno de Juan Manuel Santos,
constituyen uno de los más grandes retrocesos sociales en la historia de
Colombia, tanto en el ámbito laboral como en lo social se han sentido nefastos
zarpazos del capital transnacional y su modelo neoliberal, aplicados por el
servil gobierno de turno con la estrategia de la “Unidad Nacional” como le
denominó Santos a su alianza macabra entre los diferentes sectores de la clase
política y oligárquica tradicional, con falsos dirigentes sociales que fueron
cooptados para desarticular organizaciones y procesos sociales, dichas reformas,
política y de la “prosperidad democrática” de Santos, han agudizado la crisis,
aumentando la pobreza, el desempleo y la informalidad.
En
el Valle del Cauca la
mayoría de los trabajadores, evidencian permanentemente las violaciones a los
derechos humanos entre ellos a la vida y la seguridad con (abusos,
intimidación, desplazamientos, amenazas, detenciones arbitrarias,
judicializaciones, exilio), los derechos laborales, económicos, sociales,
culturales y medio ambientales, además
violan el derecho de asociación y sindicalización,
Hay que ver como hoy se continúan reestructurando, liquidando y
privatizando las entidades estatales tanto nacionales como departamentales,
apoyándose en la ley de Insolvencia económica para seguir suprimiendo cargos,
causando despidos
masivos y agravando la situación del sector de la salud y la educación en
Colombia por efectos y ejecución de la lesiva normatividad que se viene
aplicando. Casos como los Hospitales San Vicente de Paul y Raúl Orejuela Bueno
en Palmira, Hospital
Psiquiátrico Universidad del Valle, Hospital Universitario del Valle y Hospital departamental Mario Correa Rengifo
“Los Chorros” en Cali, Hospital
departamental de B/ventura. En la educación básica y media viene
afectada con la ampliación de cobertura y la construcción de megacolegios, el
SENA afectada con el recorte de recursos.
Sigue aumentando la informalidad y la
indigencia laboral, la pobreza y la proliferación de actividades irregulares como las nuevas formas de explotación
del trabajo, la tercerización y la flexibilización laboral, en los
transportadores informales, los conductores de camperos, mototaxismo,
bicitaxi, transportes piratas, en los corteros de caña, en las madres
comunitarias y en algunos sectores de vendedores de la calle (disputa por el
espacio público).
Ante el proceso de desindustrialización, cierres de empresas y
factorías, se siguen violando las mínimas normas y garantías laborales,
desconociendo las leyes, las convenciones colectivas de trabajo, los acuerdos y
pactos internacionales sobre el empleo digno, vienen aplicando la
flexibilización laboral y la contratación con terceros, precarizando nuestros
salarios y empobreciendo más a nuestras familias, como en el caso de los
compañeros trabajadores de Cementos Argos, Goodyear, Cervecería del Valle–Bavaria, EPSA, Lloreda
Grasas, Alúmina, BSN Medical, Tintas S.A., Produvarios, Colgate
Palmolive, Reckitt Benckinser, Centelsa, Sanofi Aventis, Icollantas
Michelin, JGB, Comfandi, Coca Cola, Proaves, Fleishmann, Nestle, Unilever,
Postobón, Eternit, Bayer, Cristar, Saludcoop, la Universidad San
Buenaventura, Usaca, Cecep y en el sector
financiero, entre muchas otras empresas privadas y estatales.
El sector
popular está afectado porque viene siendo azotado por la violencia generada por
grupos al margen de la ley; por el incremento de los servicios públicos y
valorización, porque sus viviendas vienen siendo rematadas por los Bancos, por
la mala movilidad ocasionada por el proyecto MIO, entre otros problemas
sociales causados por el abandono, mala administración o corrupción de los
entes municipales y departamentales del Valle del Cauca.
Todo este nefasto panorama ha motivado el resurgimiento de la protesta
social amplia y masiva que logra un alcance nacional como ha sido el paro de los
sectores campesinos y transportistas, la minga de resistencia indígena, de los
estudiantes dentro del proceso de unidad de la MANE, magisterio, recuperación
de tierras, viviendistas, sector de servicios públicos, salud entre otros, toda
esta motivación evidencia que existe una tendencia hacia los cambios, que no ha
sido bien recibida por el gobierno de turno quien se ha caracterizado de darle
un tratamiento de guerra y penalización de la protesta social, de esta forma tratar
de amedrantar a todo aquel que piense diferente o levante su voz de protesta en
contra de estas políticas represivas de estado.
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“El capitalismo genera desarrollo desigual. La
ideología del mercado destruye la SOLIDARIDAD del ser y genera competitividad,
exclusión y violencia” - Xosé Manuel Beiras